II.RELATO: DEDICADO A MI CUERPO

Hoy es un día para escribir. Hoy le escribo a mi cuerpo. Al del pasado y al actual. Lo confieso: Mi cuerpo fue un cuerpo enfermo. Esta historia inicia con unas piernas bien definidas, unos brazos llenos de músculo y unas ganas de correr diez cuadras para que el colectivo me frenara y así poder conseguir la última bocanada de aire antes de subir el escalón. Años dorados para la atleta, pero el abandono repentino del movimiento me sentó en el sillón, me dio un celular, un cuaderno y unas lágrimas para empapar cualquier opción: la pantalla, el papel o aquél almohadón que decía “ Mereces lo que sueñas ”. Pero este último me parecía demasiado hipócrita, así que manché mi piel para incorporar los ojos hinchados como mi nuevo rostro a la rutina. El tiempo se había ido tan rápido que luego volvió de lleno, casi rebalsándome y dejándome anonadada, sin saber qué hacer con él. Inmensidad para muchos, karma para mi yo de aquél entonces. El descanso me reclamaba más de tres veces al día y las siest...